Mi tía Pili quería hacer un regalo a una muy buena amiga. Una de esas amigas de siempre, de las que han estado ahí en lo bueno y en lo malo y de las que ni la distancia logra separar.
Se le ocurrió hacerle algo especial y personal, algo que no fuera llegar y comprar.
¿Y que mejor que sus nietos a punto cruz diamante?
Han quedado preciosos y la alegría debla abuela al ver el trabajazo y semejante resultado fue maravillosa.
Si quieres sorprender o tener en tu casa una obra de arte única, Mercería el Siglo te echa una mano.